Saturday, October 23, 2010

First Spanish Sermon


¿Hay alguien acá que haya visitado un cañón alguna vez? En los Estados Unidos, de donde vengo, tenemos el Gran Cañón en Arizona que es muy famoso, pero nunca he ido, sólo lo conozco por fotos. En donde vivo ahora, tenemos el Cañón del Colca muy cerca, pero tampoco lo he visitado. Pero quizás alguno de ustedes haya ido a un cañón.

Entonces, imagínense que están por un precipicio de un cañón. Y tienen muchas piedras en sus manos. Entonces, empiezan a lanzar las piedritas al cañón, una a la vez. ¿Cuántas necesitamos para llenarlo?

Quiero decirles que cada uno de nosotros tiene un cañón a dentro. Tenemos un cañón y lo intentamos llenar con muchas piedritas. Facebook. Starbucks. Ropa de moda. Enamorados. Enamoradas. Trabajo. La iglesia. Las opiniones de otras personas. Y como decimos en ingles, sexo, drogas y rock and roll.

Y preguntamos, ¿porqué no estamos satisfechos? ¿Porqué nada nos llena? Porque Dios nos hizo para más que este mundo tiene para ofrecernos.

Nosotros, como seres humanos, somos como motores de carros. Dios es nuestro creador, el hombre que creó el motor de carro. Y Él creó el motor para funcionar con petróleo, nada más realmente funcionará. El ser humano es hecho para quemar Dios mismo, y nada más satisface nuestros espíritus. Por eso solamente somos satisfechos—sólo tenemos paz y contentamiento—en Dios mismo.

Pero en esta metáfora, esta historia humana, hay otro carácter. El enemigo,
diablo tiene un rol también; él quiere que usemos el jugo equivocado. El siempre trata de distraernos con las otras cosas que podemos echar en nuestros tanques. El quiere que usemos algo diferente para que nos malogremos

Pero Dios quiere que seamos completamente satisfechos! Hay una oración de Moisés en Salmo 90:14. Abramos nuestros Biblias allá.

Dice, “Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.”

Me encanta esta oración. Es como si Moisés supiera que si Dios no lo satifaciera en la mañana, su corazón iría a correr por otras cosas. Por eso, cuando oramos primero en la mañana, Dios llena tu corazón con amor. Sin este amor, sin esta satisfacción, queremos otras cosas. Queremos facebook. Queremos enamorados o enamoradas. Queremos aceptación de otras personas. Buscamos satisfacción en otras cosas, lanzando las piedritas, pero todavía estamos vacíos.

Hasta que, nos demos cuenta que Dios tiene la satisfacción que estamos buscando. Que él tiene el placer que queremos.

Ok, ok, yo sé que están diciendo ahora. “Espera, Cailyn, espera un ratito. Dios tiene placer para darnos? No lo creo. No es posible. Por que Dios esta en contra de mi placer.”

A veces, yo he pensado lo mismo. Yo quiero tomar mucho alcohol. Quiero ir a las fiestas. Pero Dios dice “No se emborrachen con vino.” Quiero tener muchos enamorados, y dormir con ellos. Pero Dios dice, “Huyan de la inmoralidad sexual.”  Esta persona me enojó, y quiero tener rencor hacia ella. Pero Dios dice “Perdonen hasta setenta veces siete.”

¡Dios, estás arruinando mi diversión!

Pero Salmo 16:11 dice, “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre.” Hay delicias, placer, gozo, y alegría en la presencia de Dios. Él no está en contra de nuestra diversión. ¡Él quiere darnos la última alegría en su presencia! Y 1 Juan 5 dice, “Los mandamientos de Dios no son difíciles de cumplir.” Los mandamientos de Dios no son difíciles de cumplir. Son para nuestro bien.

Si sólo podríamos tener los ojos para ver que Dios quiere nuestro bien. Traten de perdonar, y vean si uds. tienen más paz al guardar ese rencor. Traten de esperar el matrimonio para tener sexo, y vean si se arrepienten. Porque yo no conozco a ninguna persona que el día de su boda dijo, “Wow. Espero que hubiera dormido con otras personas.” No. el camino de Dios es lo mejor camino, por que nuestro Creador es mejor que su creación. Y nos creyó para ser satisfechos solamente en él.

Pero con nuestras piedritas, hacemos buenas cosas últimas cosas. Por ejemplo, y es un ejemplo tonto, pero imagínate que hoy, comes un tazón de helado, y es lo mejor en el mundo. Cambia tu vida. Y decides que este helado es la cosa por lo cual has estado esperando toda tu vida. Crees que, por alguna manera, este helado va a llenar tu alma con gozo y rescatarte del descontentamiento. Y compras bastante, un suministro de toda la vida. Lo comes por el desayuno, almuerzo, y cena todos los días. ¿Y sabes que pasa después? Mueres después de un mes por obstrucción de las arterias y congelación del cerebro y cuerpo.

Sí, como dije, es un ejemplo tonto, pero sí, hacemos esto con muchas cosas. Probablemente no con helado, pero tal vez con un enamorado, una carrera, una banda, un equipo, cualquier cosa. Ponemos cualquier cosa como nuestro salvador, y cuando nos decepciona, no sabemos a donde vamos.

Por eso, primero tenemos que reconocer que nuestro alma está anhelando para mucho más que este mundo puede ofrecer. Aprendemos que todo en este mundo nos decepcionará. De repente, esto suena deprimente, pero cuando nos demos cuenta de esto, nos libertaremos. A ver, cuando tu esposo, o equipo, o música o comida ya no tiene que satisfacerte, actualmente puedes disfrutarlo. De repente, no hay presión.

Tal vez uds. conozcan la historia en la Biblia de Jacob y sus dos esposas en Génesis.

Jacob había estado ya un mes con Labán cuando éste le dijo:
   —Por más que seas mi pariente, no vas a trabajar para mí gratis. Dime cuánto quieres ganar. Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lea, y la menor, Raquel. Lea tenía ojos apagados, mientras que Raquel era una mujer muy hermosa. Como Jacob se había enamorado de Raquel, le dijo a su tío:
   —Me ofrezco a trabajar para ti siete años, a cambio de Raquel, tu hija menor. Labán le contestó:
   —Es mejor que te la entregue a ti, y no a un extraño. Quédate conmigo. 
Así que Jacob trabajó siete años para poder casarse con Raquel, pero como estaba muy enamorado de ella le pareció poco tiempo. Entonces Jacob le dijo a Labán:
   —Ya he cumplido con el tiempo pactado. Dame mi mujer para que me case con ella. Labán reunió a toda la gente del lugar y ofreció una gran fiesta. Pero cuando llegó la noche, tomó a su hija Lea y se la entregó a Jacob, y Jacob se acostó con ella. Además, como Lea tenía una criada que se llamaba Zilpá, Labán se la dio, para que la atendiera. A la mañana siguiente, Jacob se dio cuenta de que había estado con Lea, y le reclamó a Labán:
   —¿Qué me has hecho? ¿Acaso no trabajé contigo para casarme con Raquel? ¿Por qué me has engañado? Labán le contestó:
   —La costumbre en nuestro país es casar primero a la mayor y luego a la menor. Por eso, cumple ahora con la semana nupcial de ésta, y por siete años más de trabajo te daré la otra. Así lo hizo Jacob, y cuando terminó la semana nupcial de la primera, Labán le entregó a Raquel por esposa. También Raquel tenía una criada, llamada Bilhá, y Labán se la dio para que la atendiera. Jacob entonces se acostó con Raquel, y la amó mucho más que a Lea, aunque tuvo que trabajar para Labán siete años más.

A ver, que sabemos de esta historia? Primero, ¿qué significa “Lea tenía ojos apagados?” ¡Significa que era FEA! Y su hermana Raquel era muy hermosa. A ver, había muchas otras cosas raras pasando aquí. Jacob trabajaba por siete años para casarse con Raquel. Se supone que había vino y velos, porque sólo sabemos una cosa, que “A la mañana siguiente, Jacob se dio cuenta de que había estado con Lea.” Woah, ¿en serio? ¿Cómo es posible que él no se dio cuenta de con quien él había estado?

Podemos aprender muchas cosas para nuestras vidas también. A veces, vivimos en desilusión. ¿Cómo es posible que Jacob no sabía que era Lea? Por que estaba ciego. ¿Porqué? Por su deseo. Y es lo mismo con nosotros. Pensamos que esta persona o este trabajo o este éxito por fin nos satisfacerá.  Pero, otra vez no estamos satisfechos.

Hay una canción en ingles que dice “Cada persona es como una taza” y todos nosotros tenemos una grieta en la taza. Tratamos de llenarnos y el agua derrama de la taza. Ponemos trabajos, dinero, enamorados, facebook, y las cosas de este mundo en la taza, y todo se derrama de la taza.  Cual es la solución?

La canción dice que tenemos que venir a la cascada. Y la cascada es Jesucristo.  El murió en la cruz para darnos vida eterna, y no solamente una vida mediocre, sino una vida en abundancia. Y realmente, no solamente tenemos una grieta, sino tenemos una taza que es demasiada grande para que nada ni nadie la pueda llenar. ¿Recuerdan el cañón? Las piedritas nunca van a llenar el cañón. Pero la cascada puede.

Esta noche, voy a invitarles a venir a la cascada, para ser realmente satisfecho. Tal vez ustedes hayan tratado de estar contentos con otras cosas, y esta noche se dan cuenta que nunca va a funcionar. Que fueron hechos para más que las piedritas. Que Dios tiene que entrar en sus vidas para cambiarlas. Esta noche, quiero invitarles a hacer lo que dice Salmo 34:8: “Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian.” ¡Dios es bueno! ¡Pruebenlo! ¡Veanlo! 

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